El diseño editorial es una rama más específica del diseño gráfico. Esta, se encarga de la maquetación, diseño y organización del contenido de diversos formatos impresos y digitales. Muchos lo categorizan como un periodismo visual, y en cierta medida es así, puesto que con el diseño editorial se busca comunicar una serie de mensajes.
¿Qué es el diseño editorial?
Por lo general, se describe al diseño editorial como una rama del diseño gráfico que está orientada a la estructuración y diseño a la hora de plasmar las información de tal manera que cumpla con su objetivo comunicativo. De esta forma, todo diseño o estrategia visual para comunicar mediante la palabra, es susceptible de tener su diseño editorial.
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¿Qué se trabaja en el diseño editorial?
Principalmente, estos trabajos editoriales, han estado estrechamente relacionados con formatos impresos, aunque estas actividades (como muchas otras) han tenido que adaptarse a los cambios digitales que se dan en la sociedad actual. Podríamos hablar del diseño editorial como la arquitectura de las publicaciones.
Tradicionalmente, un diseñador editorial, se encargaba de dar sentido visual a los diferentes componentes que tienen los diferentes formatos para publicar como, por ejemplo:
– Libros
– Revistas
– Enciclopedias
– Portadas de CD´s
– Catálogos
– Cartelería general (cine, festivales, eventos…)
Bases históricas en el diseño gráfico
Lo cierto es que, el diseño editorial como el diseño gráfico tienen una gran trayectoria histórica desde la creación de la imprenta hasta nuestros días. Desde sus inicios, el diseño gráfico ha tenido un fuerte componente histórico. En sus diversas manifestaciones a lo largo de los períodos históricos, se han visto reflejadas la mentalidad de la época y sus tendencias culturales.
Desde los primeros diseñadores de objetos que valoraban la utilidad por encima del diseño pasando por la explosión de la industrialización y la Bauhaus, hasta nuestros días donde la tecnología digital ha revolucionado diferentes sectores, entre ellos, el diseño gráfico.
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Esta historia, se ve reflejada en los diferentes estilos y recursos que el diseño editorial ha dejado en cada una de sus manifestaciones. Sobre todo en épocas de conflicto y movilización social, el diseño editorial ha sido protagonista en la mayoría de diseños impresos destinados a la propaganda política. Pero no queda ahí, lo cierto es que la figura del ilustrados, también ha sido protagonista indiscutible de grandes ediciones literarias que pasarán a la historia.
Otro ejemplo de «memoria histórica» lo encontramos en las mayoría de tipografías: Las tipografías «Serif», tienen su origen en la escritura en piedra romana; Gracias a una técnica de cincelado, los tallistas enmarcaban las líneas cruzadas de las letras para que se entendieran mejor, ese acabado recto u angulado pertenece a la forma de los cinceles de aquellos tallistas que descubrieron una forma de dar más «estilo y legibilidad» a sus grabados.
Elementos del diseño editorial
Existen diferentes elementos ineludibles para todo diseñador editorial. Estos elementos son con los que trabaja dicho profesional, por lo tanto, debe conocerlos y saber tratarlos:
Tipos de párrafos más utilizados
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El párrafo incluye, desde la sangría hasta el punto y final. En función de la publicación que se esté realizando, se podrá emplear uno u otro tipo de párrafo más indicado para dicha publicación.
Existen varios tipos de párrafo:
1- Párrafo ordinario: Suele llevar sangría al principio, las demás líneas aparecen completas, salvo la última que queda acortada. La puedes encontrar en la mayoría de libros de lectura
2- EL párrafo en bloque: Este tipo de párrafo no presenta sangrías y todas sus líneas están justificadas al máximo. El aspecto es compartir pero poco amigable para los ojos del lector
3- El párrafo francés: Este tipo de párrafo tiene la primera línea completa y las demás con sangrías (sangría francesa). Se emplea para dar importancia a la primera línea del párrafo.
4- El párrafo español: El párrafo español se caracteriza por tener todas las líneas completas salvo la última que aparece centrada. No es muy empleado, aunque se suele emplear para los párrafos finales de un capítulo o antes del final de un libro.
5- El párrafo alemán: Es un párrafo sin sangrías, muy similar al ordinario pero sin sangría al principio. Normalmente, la última línea aparece acortada. Es de los más empleados en la literatura actual para la separación de escenas, dar más extensión…
6- Párrafo asimétrico: Este párrafo no guarda una sangría concreta, sino que las diferentes líneas se presentan con una sangría distinta. Se suele emplear en formatos publicitarios y en formatos más visuales.
La sangría va en conjunción con estos estilos de párrafos.
Retícula editorial
La retícula es la guía para poder estructurar y distribuir los contenidos o la información. Esta «rejilla» debe permitir cierta flexibilidad para tener más posibilidades de colocación. En la mayoría de casos, independientemente del tipo de producto que se esté diseñando, se necesita esta retícula que sirva como guía o patrón. Esta retícula se mantiene más allá de la portada, es decir, también en el desarrollo del texto si hablamos de una novela o revista, sin embargo en cartelería (lógicamente) solo se trabaja la portada.
Principalmente, en la retícula existen diferentes elementos:
Cabecera: donde se introduce el título o encabezado
Subtítulo: Espacio dedicado para un subtitulo más descriptivo que la cabecera, suele ir debajo de esta
Cuerpo-columnas: En estos espacios es donde introducirás la información, los párrafos. Normalmente suelen tener un tamaño y diseño muy parejo para dar estabilidad y mejorar la legibilidad.
Diseño editorial digital: La digitalización
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La llegada de la tecnología digital ha revolucionado la mayoría de sectores. Esta gran ola, lleva consigo nuevos formatos y nuevas prácticas a seguir que (aún manteniendo canones de belleza y estilo) nada tienen que ver con las que se venían siguiendo con los medios analógicos.
La era de la información ha traído consigo numerosos nuevos formatos digitales que se diversifican en diferentes ámbitos:
Por ejemplo, están las versiones digitales de los periódicos comunes y revistas digitales de siempre (con su diseño adaptado a los nuevos medios claro está). Aunque por lo general debemos hablar de el gran formato digital que ha revolucionado de la búsqueda de información en general hasta nuestros días: Las páginas web.
Diseño editorial de páginas web
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En este sentido, las páginas web han llevado también su propio desarrollo histórico en cuanto a diseño y tecnología. Desde las webs estáticas con pocas posibilidades de maquetación a verdaderas obras de diseño creativo interactivas que vemos hoy en día.
En un principio, no se tenía muy en cuenta el diseño en lo que a páginas web se refiere. Más bien, se intentaba comunicar algo al margen de la apariencia que la propia web. Sobre todo por los límites de diseño que existía en los inicios de la web.
Con la llegada de la web 2.0, el diseño cobra más importancia sobretodo por la accesibilidad y facilidad con los estándares HTML y CSS. Gracias a ello, el diseño paso de ser un tema puramente programático a meramente programático. Aun así, este lenguaje de marcado y estas reglas de estilo, permitieron llegar a muchísima más gente.
Por otra parte cabe destacar la aparición de diferentes CMS para la creación y desarrollo web como pueden ser WordPress, Joomla o Prestashop. Estos sistemas de gestión de contenido permiten que cualquiera que no tenga conocimientos de programación, pueda crear una web funcional desde cero. Olvidando así el viejo sistema programático.
Hoy en día, estos CMS están muy extendidos y precisamente, vivimos inmersos en un auge de estas tecnologías.
Con todo ello, el diseño editorial también ha traspasado la barrera analógica para formar parte (con su propia tecnología) el universo digital. En este sentido, el diseño web abarca también los conocimientos de HTML5 y CSS3 tanto o más que el manejo de los CMS. También entran en juego temas como la navegabilidad, experiencia del usuario, accesibilidad…que están en comunión con el diseño.
Es decir, el diseño web no solo se centra en que la web quede «bonita» sino que se tienen que tener en cuenta, y mucho, la experiencia del usuario cuando llegue a esa página, lo intuitiva que pueda ser para facilitar esa navegación y debe estar preparada, por ejemplo, para hacer llegar la información a personas discapacitadas, por ejemplo con visibilidad reducida.
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